Las sesiones de embarazo se realizan idealmente entre la semana 32 y 36 de gestación así que conviene reservar sobre la semana 28.

Para una sesión de recién nacido, es conveniente reservar antes de que nazca el bebé, para asegurarte disponibilidad, ya que se realizan durante sus 15 primeros días de vida.

El resto de sesiones familiares, pueden realizarse en cualquier momento, así que puedes reservar en cuanto te decidas (idealmente con 2-3 semanas de antelación). Ten en cuenta que también soy madre y por tanto mi disponibilidad es limitada, especialmente en época de vacaciones escolares. Para que te hagas una idea, sólo realizo 6 sesiones exteriores al mes.

El vestuario es importante. La ropa que llevamos habla de nosotros.

La ropa que escojas para la sesión de fotos, hará que el resultado final sea uno u otro. Podemos optar por un estilo más armonioso o por un estilo mucho más lifestyle o documental. Ambos válidos y bonitos. Depende de lo que tú quieras contar.

Antes de la sesión, hablaremos y te asesoraré bien a cerca del vestuario para ti y lo tuyos.

Te daré también otras recomendaciones para que la sesión salga rodada. Lo tendrás todo por escrito en el momento de la contratación.

Esto no va de posar. Si se trata de una sesión de embarazo y aún no hay niños al otro lado de la piel, el objetivo será conectar con tu bebé, acariciarle, hablar con él, conectar con tu pareja… y dejaros llevar. Aún así no os preocupéis, si os veo perdidos os guiaré para que el resultado sea bonito y natural.

Si se trata de una sesión con niños, durante la sesión jugaremos, mucho. Dejaremos a los niños explorar el entorno, caerse, reír y llorar. No les forzaremos a mirar a cámara y a sonreír si no quieren, pues en unos años querremos recordarles como eran, no como les hacíamos ser. De hecho, tal vez yo no esté todo el tiempo haciendo fotos, me entretendré con ellos a buscar hormiguitas o hacer pompas de jabón si es necesario. Y los mayores, participaremos de los juegos. Habrá besos y abrazos, muchos.

Hace un tiempo, mis sesiones incluían un número de fotos determinado y mis clientes tenían que escoger sus favoritas. Un engorro. Un día tomé una decisión: INCLUIR TODAS LAS FOTOS necesarias para contar vuestro pedacito de historia.
Una decisión en la que ganamos todos: vosotros obtenéis la galería completa sin preocupaciones ni coste extra, y yo ya no me quedo con la sensación de entregar trabajos a medias. WIN-WIN.

Puedes ver lo que otros clientes opinan de mi en las reseñas de google.

Si tu también te conviertes en cliente, me encantará conocer tu opinión. Si me regalas este feedback te estaré muy agradecida, pues esto me ayuda a crecer como negocio y ayuda a otras familias a terminar de decidirse.

Gracias de antemano, sé que me ayudarás.

Nunca. Una fotografía sin editar es un trabajo sin terminar.

¿Te imaginas ir a un restaurante y pedir al chef los ingredientes de un plato por separado? o ¿ir a Zara y en lugar de comprar un pantalón, pidas un retal de tela o sólo los botones de una camisa?

¿Verdad que no lo harías? Pues con las fotos pasa lo mismo. Sólo entrego trabajos terminados poniendo mucho mimo y dedicación en cada fotografía.

Claro que sí. Siempre digo que las fotos no son fotos hasta que no se pueden tocar o incluso oler. Una vez hecha la sesión te mandaré mi pequeño catálogo de productos. Todos ellos seleccionados con mucho mimo.

Después de la sesión, recibirás en el plazo de 10 días una galería de fotos cuidadosamente trabajadas, para que puedas descargar las imágenes cómodamente desde casa.

Todas las sesiones se pueden adquirir en formato bono regalo, para sorprender a quien tu quieras. Los bonos regalo deben dejarse abonados en su totalidad en el momento de la compra.